Invisibles. Permanentes. Por todas partes. 

Por Lorri Epstein, Directora de Calidad del Agua

Es hora de enfrentar la realidad sobre las sustancias químicas permanentes, comúnmente conocidas como químicos perfluorados (PFAS). Las PFAS son sustancias químicas artificiales que se utilizan en una amplia variedad de productos comerciales y se encuentran prácticamente en todas partes: en la casa, en el río, en las gotas de lluvia que caen en el Tíbet y en la Antártida, e incluso en nuestra sangre. Se les llama sustancias químicas permanentes porque no son biodegradables, y ya es hora de que hagamos algo al respecto.

Es posible que hayas escuchado sobre las PFAS en las noticias recientemente, pero hasta hace tan solo unos años no estaban en el radar de muchas personas, a pesar de que estos químicos se han utilizado durante décadas. A medida que aumenta la atención sobre las PFAS también entendemos más sobre sus impactos, y la falta de salvaguardias se ha vuelto alarmantemente evidente. Sigue leyendo para obtener información básica sobre los productos químicos PFAS, sus impactos en el río Columbia y en las comunidades ribereñas, y conocer actualizaciones recientes sobre su regulación.

¿Qué son las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS)?

Las PFAS son un grupo de sustancias químicas artificiales que tienen la capacidad de resistir el calor, el aceite, las manchas, la grasa y el agua. Elogiadas por sus propiedades impermeabilizantes y antimanchas desde la década de 1940, se han utilizado en una gran variedad de productos domésticos e industriales: envolturas de alimentos, suministros médicos, artículos para el hogar (como maquillaje y productos de limpieza), alfombras, ropa, muebles, utensilios de cocina antiadherentes, espuma contra incendios y semiconductores.

Persistentes, Bioacumulativas y Nocivas

Esta es la situación con las sustancias permanentes … no desaparecen.

A menudo conocidos como “productos químicos permanentes”, estos productos químicos no se biodegradan en el medio ambiente, así que las PFAS producidas en la década de 1940 todavía se encuentran en el medio ambiente en la actualidad. Son increíblemente omnipresentes y se encuentran en casi todas partes. Son bioacumulativas, lo que significa que se acumulan en los cuerpos de los organismos vivos, causando daños tanto a la salud humana como a la de los ecosistemas. De hecho, las PFAS son tan pervasivas que las investigaciones sugieren que probablemente se encuentren en la sangre de casi todos los estadounidenses. Todavía estamos descubriendo los impactos de las PFAS en la salud humana, pero altos niveles de exposición pueden dañar los sistemas hormonal, inmunológico y cardiovascular; causar problemas reproductivos y del desarrollo; así como aumentar el riesgo de cáncer.

¿Están los productos químicos permanentes impactando al río Columbia y las comunidades ribereñas?

Según los datos disponibles, Oregón y Washington en general tienen niveles más bajos de contaminación por PFAS que otros lugares de Estados Unidos. Sin embargo, las comunidades del río Columbia han encontrado PFAs en su suministro de agua potable. Los estudios también encontraron agua subterránea contaminada en sitios militares e industriales a lo largo del río Columbia, así como en el Aeropuerto Internacional de Portland, la Base de la Guardia Nacional Aérea de Portland y el Columbia South Shore Well Field de la Oficina de Agua de Portland en el noreste de Portland. Muchos de estos sitios contaminados están relacionados con el uso frecuente de espuma contra incendios. Los investigadores también detectaron PFAS en sedimentos y tejidos de peces del Columbia Slough, lo que llevó a la Autoridad de Salud de Oregon a modificar el aviso sobre el pescado del Columbia Slough para recomendar que no se consuma pescado entero.

¿Cuáles son las vías de exposición más comunes para los humanos?

Una de las vías más comunes de exposición a PFAS es a través del agua potable. De hecho, la contaminación por PFAS en el agua potable se extiende a lo largo de muchas comunidades estadounidenses. Y sí, se han detectado PFAs en el agua potable de las comunidades a lo largo del río Columbia. Otras vías comunes incluyen comer alimentos contaminados con materiales de empacado, exposición a productos comerciales como utensilios de cocina antiadherentes, exposición a ropa, muebles o alfombras resistentes a las manchas, comer pescado contaminado, e inhalar polvo contaminado con PFAS.

¿Cómo se manejan y regulan las PFAS?

Las PFAS no han sido bien reguladas. Durante décadas, estos productos químicos tóxicos se han utilizado ampliamente sin casi ninguna protección por parte del gobierno, lo que les permite acumularse en el medio ambiente y en las personas. Sin embargo, finalmente estamos empezando a ver algunas políticas nuevas en torno a su manejo. En 2024, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) comenzó a regular las PFAS con la primera norma de agua potable legalmente aplicable para PFAS. Este es un gran primer paso, pero aún queda mucho trabajo por hacer, como aumentar el monitoreo, mejorar los métodos analíticos, priorizar la aprobación de legislación protectora y de los estándares regulatorios, y hacer cumplir las leyes existentes. Además, los PFOS y el PFOA han sido los productos químicos PFAS más producidos y estudiados, pero muchos expertos sostienen que las PFAS deberían manejarse como una clase completa de productos químicos en lugar de regularse individualmente.

¿Quieres aprender más?

Consulta estos recursos (en inglés):

Este proyecto ha sido financiado total o parcialmente por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos en virtud del acuerdo de asistencia RB-02J14801-0 con Columbia Riverkeeper. El contenido de esta hoja informativa no refleja necesariamente las opiniones y políticas de la Agencia de Protección Ambiental, ni la EPA respalda nombres comerciales ni recomienda el uso de los productos comerciales mencionados en la hoja informativa.

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